Se midieron en la primera jornada del campeonato, en el primer grupo de partidos a las 15:00, el Inter de Milán y el Hellas Verona, en un encuentro que parecía que iba a ser un monólogo local… Y que así fue a pesar del reparto de puntos.
El Inter – Hellas Verona fue un partido bastante lento, que empezó con un Inter bien plantado y dominando los tiempos, la posesión y el espacio. Y sin embargo, en una contra, Benedetta Glionna (quedaos con este nombre) hizo una vaselina desde fuera del área que puso el 0-1 en el marcador y los nervios en las locales. A partir de ahí, el Inter se desbarató y no fue capaz por un tiempo de hilvanar las mismas jugadas que había hecho hasta ese momento y de hecho se fue al descanso con el mismo resultado.
A la salida del vestuario las neroazzurre parecían más entonadas, pero les costaba encontrar el gol o las ocasiones. No fue sino en una falta botada desde la derecha por Regazzoli que el Inter encontró el empate, de los pies de la central francesa Debever, que entró con todo. Pocos minutos después llegó uno de los goles de la jornada, con Beatrice Merlo que enganchaba un tirazo desde 30 metros que se iba derechito a la cepa del poste.
2-1 y el Inter se sentía tranquilo, pensando que el Verona se habría ido venido abajo con el gol. Y así fue, aunque Glionna no estaba de acuerdo y a diez segundos del final se inventó un tiro a la escuadra que devolvió el empate (injusto) a las tablas.
Inter: Marchitelli; Merlo, Debever (70′, D’Adda), Auvinen, Fracaros (62′ Quazzico); Marinelli, Brustia (46′ Regazzoli), Alborghetti, Pandini; Tarenzi, Van Kerkhoven.
Hellas Verona: Forcinella; Perin, Zanoletti, Mella; Solow, Bardin, Baldi, Pasini (61t Nichele), Motta (37’st Lazzari); Pirone, Glionna.
